El presidente, Ángel Lavín, aseguró durante el descanso del encuentro de ayer que el club había decidido que hablase el segundo entrenador, Jimmy Álvarez, «porque tiene tanto conocimiento como Fabri de lo deportivo y disminuye la tensión con los medios de comunicación», pero parece que esta máxima sólo se va a cumplir cuando toque rueda de prensa en Santander, ante los periodistas que llevan la actualidad del Racing. El técnico gallego, tranquilo, recuperó la voz en Barcelona para recordar lo que ya había dejado claro en anteriores ocasiones. «Yo no soy dueño de mi futuro. Si sigo, intentaré hacerlo lo mejor que pueda, pero no está en mis manos».
Tras una semana de silencio, después de consumarse el anterior desastre ante el Villarreal, el primer entrenador de los verdiblancos volvió a comparecer públicamente en la sala de prensa del Mini Estadi para reconocer que, en la mañana de ayer, el Barcelona B fue «infinitamente superior» que su equipo y que, como sucedió nuevamente ante los catalanes, un conjunto como el Racing no se puede permitir «cometer errores como el del penalti» provocado por Bouazza al poco de comenzar la primera parte.
El técnico explicó que, durante la semana de entrenamientos en La Albericia, habían preparado bien el partido y sabían de los peligros del filial del Barça, pero «eso no justifica el penalti que hemos hecho, que ha sido tonto y nos ha destrozado todo el trabajo que queríamos hacer aquí».
«Incapaces» tras el gol
A partir de ese momento, poco antes de cumplirse el primer cuarto de hora de encuentro en Barcelona, «hemos sido incapaces de hacer otras cosas». Y es que, con todo el potencial azulgrana a pleno rendimiento, un equipo que abre muchos espacios y «te busca la espalda», el conjunto cántabro no puede «cometer fallos tan graves como el del inicio».
«Agresividad»
Fabri también aprovechó para admitir que, más allá de errores concretos, a sus futbolistas les «ha faltado un poco de agresividad». El técnico gallego destacó por encima de todo la jugada que supuso el tercer gol local, obra de Deulofeu. «No se puede dejar a un rival controlar en medio campo y que se adentre en el área, casi andando, entre tres o cuatro jugadores». Dijo que echó de menos más combatividad, «en esa acción, y también en otras».
El todavía entrenador de los santanderinos queda muy 'tocado' tras esta nueva derrota en la competición doméstica, la tercera consecutiva después de las que sufrió el Racing ante Girona (1-0), y Villarreal (0-3) en El Sardinero.
Fuente: El Diario Montañés