Los administradores ahorraron, durante la campaña 2011-2012, alrededor de once millones de euros en comparación con la gestión de los anteriores responsables del club. Son las cifras que se desprenden del informe de gestión de los concursales para el último ejercicio, finalizado el 30 de junio y que se cerró con unas perdidas de 5,20 millones de euros (364.525 euros sin considerar las amortizaciones). En la temporada 2010-2011, con Francisco Pernía y Roberto Bedoya en el timón, el balance concluyó con una quebranto de 16,17 millones. A pesar de todo, el registro contable de la quita del 50% y la espera de 5 años del convenio de acreedores conllevó un beneficio extraordinario que permitió concluir el ejercicio alcanzando un superávit de más de diez millones de euros, destinados a compensar las pérdidas acumuladas anteriormente.
Fuente: El Diario Montañés