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«El hombro me duele mucho. El dolor es difícil de aguantar. Pediré permiso al club para ir el lunes a Manchester a ver al doctor que me operó el hombro izquierdo». Así se expresó ayer el centrocampista israelí del Racing, Gai Assulin, al término del entrenamiento de los verdiblancos. Una sesión en la que el israelí vistió el peto de los titulares en el partidillo, por primera vez en muchas jornadas.
Se puede dar la paradoja de que Fabri quiera contar de inicio con el israelí cuando el jugador ha hablado claramente sobre la gravedad de su lesión. Aunque por un lado Assulin reconoce tener la «esperanza» de jugar este sábado frente al Alcorcón «si no hay nada que me impida jugar», por otro lado también se autodescarta en beneficio de un compañero y del equipo. «Mi lesión no ha ido a mejor. Creo que ahora, entrar al choque en un partido es lo peor que me puede pasar y si juego el sábado, intentaré evitar esos choques», afirmó a los periodistas. «El dolor me hace estar al 50 o 70 por ciento, y no tiene sentido darle eso al equipo cuando hay otro jugador que sí está al cien por cien. Saber que estás en un campo y no puedes hacer ciertas cosas es lo peor que hay. Para perjudicarme a mí mismo y al equipo, prefiero no hacerlo».
Assulin vino con una subluxación en el hombro derecho de una concentración con la selección sub 21 de su país a mediados del mes de octubre. Desde entonces, se ha seguido un tratamiento para intentar reforzar la zona y así evitar el paso por el quirófano, que alejaría al israelí tres meses de los terrenos de juego. «La decisión es muy fácil: operarme o intentar reforzar. Pero esto último no garantiza que el hombro no se te salga otra vez. Yo intento reforzarlo al máximo, pero siguen los dolores porque hay algo que está roto».
Por todo esto, el jugador insiste en tomar una decisión «muy pronto». Hablará con los responsables del club para que le permitan ir a Manchester, donde le mire el doctor que le operó de una lesión igual en el hombro izquierdo. El israelí tiene un tornillo colocado en esa articulación, que no le ha vuelto a dar ningún problema. Aunque hay otras técnicas más modernas para operar su lesión, el jugador quedó tan contento con la intervención practicada en la ciudad inglesa en su hombro izquierdo que quiere consultar al mismo doctor y, si fuese preciso, operarse de la misma forma en el derecho.
El medio centro israelí reconoce que no ha hablado con Fabri al respecto, «aunque sí sabe que tengo el hombro mal», señala. «Pero no le he comunicado que vamos a tomar una decisión sobre esto». Respecto a la posibilidad de jugar infiltrado, Assulin afirmó que no lo ha valorado aún. «Puede que sí ayude, pero aquí hay algo que está roto. A lo mejor no me sale más, pero yo me estoy sintiendo fatal. Cada persona es como es».
Frustrado
El bajo estado anímico del jugador israelí no proviene sólo del dolor que siente en su hombro, sino también de no poder desplegar su juego habitual en los minutos con los que ha contado. «La lesión me ha venido en el peor momento. Había arrancado con el equipo, le había ayudado, y ahora me siento incapaz de hacer lo mío, de encarar al rival», comenta.
Assulin ha participado en ocho partidos de Liga con el Racing, tres como titular y cinco como suplente. Suma 423 minutos (casi 53 de media por partido) y ha anotado un solo gol, el que marcó el 15 de septiembre ante el Recreativo de Huelva en El Sardinero y que supuso el 3-0 para los cántabros, la victoria más holgada en lo que va de temporada.
Para los aficionados racinguistas, el mediocentro israelí es de los pocos jugadores que ofrece algo distinto en el ataque verdiblanco. Sus carreras por la banda izquierda encarando rivales podrían acabarse en pocos días y no volver hasta febrero.
Rivero se hace sitio
Si la mala noticia para los racinguistas es la más que posible baja de Gai Assulin durante una larga temporada, la buena nueva en este caso es la presencia, cada vez más habitual, del mediocentro Quique Rivero en los entrenamientos del primer equipo. Ayer no formó entre los que llevaron el peto rojo de titulares, pero dejó muestras de su calidad junto a Longás y Jorge Alonso en el 'trivote' suplente. El joven futbolista, una de las debilidades de la grada, fue la gran novedad en la convocatoria de Fabri para el último partido en casa ante el Lugo.

Fuente: El Diario Montañés