El derbi del Cantábrico ha dejado estampas inolvidables para las retinas verdiblancas. Sin ir más lejos, la imagen de Tchité mandando callar a la parroquia bilbaína tras sellar dos cosas: el pase a las semifinales de Copa del Rey y las invitaciones para vivir el festivo recibimiento a la plantilla de Marcelino en Hoznayo, en lo que fue una de las jornadas más bonitas de la historia del racinguismo. Lo confirma Bernardo Colsa, cabeza visible de los peñistas: «En mi vida disfruté tanto». Noches mágicas, y urgencias visitantes aparte, el duelo de esta tarde supone una nueva oportunidad para disfrutar de un clásico del fútbol español. Y es que, apenas a cien kilómetros, Racing y Athletic comparten ámbito geográfico e historia. Mucha historia. Sin ir más lejos, pueden presumir de ser dos de los privilegiados 'socios fundadores' de la Primera División. En aquella temporada 1928-1929, y junto a Barcelona -que se llevó el título- Real Madrid, Real Sociedad, Arenas de Getxo, Atlético de Madrid, Espanyol, Europa y Real Unión de Irún, dieron el pistoletazo de salida a la hoy considerada como la mejor Liga del mundo.
Dada esa cercanía geográfica y esa tradición que acompaña a las dos entidades, los derbis Athletic-Racing han sido siempre muy atractivos, especialmente -todo hay que decirlo- para los verdiblancos, a falta de enfrentamientos de primer nivel ante la Gimnástica. Es lo que se desprende de las palabras de Bernardo Colsa, que habla de estos duelos como «ineludibles», como «la pura esencia del fútbol del norte». Mientras, su 'colega' Aitor Pereira, presidente de la Agrupación de Peñas del Athletic, asegura que -para ellos- «el derbi más importante es el de la Real, y los partidos que mas se viven son los del Madrid y el Barcelona». Eso sí, y confesado con la boca pequeña, la primera vez que el máximo representante de la hinchada de 'los leones' asistió a un partido de fútbol fue en un particular Racing-Sevilla. En el disputado en 1981 en San Mamés por una sanción impuesta a los santanderinos. Curiosamente, Pereira coincidió en el campo -al ser su padre cántabro y aficionado al Racing- con el propio Bernardo Colsa, que también 'se estrenaba' en 'la Catedral' para vivir en sus carnes una cómoda victoria racinguista por 3 a 0, con goles de Mantilla, Pedraza y Verón.
Anécdotas a un lado, y aunque la alta rivalidad no sea del todo correspondida, las visitas del Racing a San Mamés han supuesto jornadas de pasión, de fútbol en estado puro. El mejor escenario de la Primera División asegura también el mejor ambiente -o «ambientazo»- y los duelos más intensos. De poder a poder y hasta que pita el árbitro. Colsa añade que son «una gozada», que «no hay nada más bonito que ir a una ciudad vecina a disfrutar de un día de fútbol». Y, en el caso del 'botxo', más si cabe por los «típicos 'piques'», por los duelos previos a «montañesas y 'bilbainadas'» en los bares que rodean el estadio, por ser testigos del empuje de la «espectacular» afición local y, sobre todo, porque ganar allí «es como ganar un título».
Victorias sentidas
Y es que los triunfos verdiblancos en la 'catedral' del fútbol han sido escasos -se cuentan, 'exactamente', con los dedos de una mano- pero sentidos. Casi mágicos. El último data de la temporada 2003-2004. El Racing de Lucas Alcaraz se imponía con goles de Bodipo y el uruguayo Mario Regueiro. Otra gran victoria fue la de la cuchara de Radchenko. En el 94. El año en el que el Racing conquistó 'la Catedral' del fútbol español en el minuto 88. Javier Irureta, el míster que dirigió aquel histórico equipo, guarda «muy buenos recuerdos» de ese y otros partidos entre ambos conjuntos: «Suelen ser muy atractivos y disputados, duelos típicamente norteños entre dos equipos con características muy físicas». Más allá de Real Sociedad, Real Madrid y Barcelona, «Osasuna y Racing de Santander son los rivales que más se esperan en Bilbao, por la proximidad y porque muchos jugadores vascos han militado en esos equipos. Se les tiene mucho respeto y son encuentros que se afrontan con un plus de motivación».
También hay mucha «expectación» cuando sabes que vas a estar sobre el terreno de juego. Se pasan hasta nervios, como en el caso de José Félix Guerrero en la 97-98. Y más teniendo en cuenta que la prensa hizo mucho hincapié en el reencuentro con su hermano. En la ida no fue posible, pero sí en el partido de vuelta, ya en San Mamés. José Félix estuvo «toda la semana lesionado, con fascitis plantar», y tuvo que infiltrarse para no perderse su regreso a casa. Un escenario, el de 'la Catedral', en el que no pudo evitar el 4 a 3 del Athletic en el último instante del partido. Además, con el agravio de ser 'ejecutado' a manos de su hermano Julen: «El único gol que no he celebrado de todos los que ha marcado en su carrera».
Dominio local en Liga
En Liga, además de las cinco victorias verdiblancas, el balance de los 44 partidos Athletic-Racing se completa con 33 triunfos locales y 6 empates. Los últimos tres compromisos se han saldado con derrota visitante, aunque siempre por la mínima. Por ejemplo, por 2 a 1 en 2009. Quizá como singular muestra de la rivalidad existente, Racing y Athletic protagonizaron -aquel 26 de abril- el récord de tarjetas de la historia de Primera División. Los 35.000 espectadores que asistieron al choque lo hicieron también al particular festival del colegiado gallego González Vázquez. Mostró diecisiete tarjetas amarillas y expulsó a Yeste, Orbaiz, Marcano, Pereira, Fernando Gaspar -entonces preparador físico del Racing- y al mismísimo Pablo Pinillos, hoy uno de los componentes del triunvirato que dirige la nave verdiblanca. El propio Pinillos se encargó de marcar, de penalti, el único tanto racinguista en ese partido. Uno de los dos goles que el riojano anotó en Primera División. El otro, el que salvó un punto la pasada temporada en el Pizjuán.
En en la 2009-2010, el conjunto bilbaíno venció por 4 a 3 con doblete de Llorente y tantos de Toquero y Susaeta para el Athletic. Tchité e Iván Bolado, en dos ocasiones, marcaron para los visitantes. La pasada campaña, los jugadores de Joaquín Caparrós volvieron a ganar por 2 a 1 en un encuentro en el que Javi Martínez y Muniain adelantaron a los locales en los primeros diez minutos de juego y, de nuevo Bolado, recortó el marcador a un cuarto de hora para la conclusión.
Esta tarde, a partir de las 19.45 horas, habrá una nueva oportunidad para cambiar la racha. Una nueva ocasión para vivir un «partido especial e ilusionante por el ambiente que allí se crea», en palabras del entrenador del Racing Juanjo González. Una cita en la que «la parte anímica ya está conseguida» y en la que sólo resta refrendar la «buena imagen creada ante el Villarreal» ante un rival que «apretará a muerte». Sólo queda «estar preparados para contrarrestarles», saltar a 'la Catedral' y seguir escribiendo con letras verdiblancas una nueva batalla. La del derbi del Cantábrico.
Fuente: El Diario Montañés