«Soy optimista, no quiero pensar que no voy a jugar», aseguraba ayer pie en cabestrillo el defensa racinguista Bernardo: «Me dieron un golpe en el entreno y sentí que me doblé el tobillo», explicaba el futbolista emitiendo un diagnóstico: «Esguince».
Con tres días por delante antes del Athletic-Racing, Bernardo prefiere «ver cómo va evolucionando» el pie antes de tomar una decisión que le aparte del lugar al que tanto le ha costado llegar y que no está dispuesto a perder por una dolencia de tono menor: «Vamos a ver, vamos a esperar a mañana (hoy) y saber qué opinan los médicos antes de decidir nada».
Muy motivado por su regreso a la titularidad, el exsevillista se refugia en el optimismo: «La verdad, en este momento sería una pena que una lesión me dejara fuera, pero soy optimista y no quiero pensar que no voy a jugar».
Apurará hasta el último momento consciente de que el partido contra el Athletic será «otra final» que él no se quiere perder. «La victoria ante el Villarreal ha transformado al equipo», que «ha entrado en una dinámica optimista. Sumar de tres en tres «cambia la manera de ver las cosas de los jugadores» y redunda en el colectivo, en el que «sólo ha cambiado la manera de pensar porque los futbolistas seguimos siendo los mismos».
Bernardo, para quien «este cambio de ciclo ha supuesto una nueva oportunidad para todos», afirma que la plantilla está dispuesta «a pelear hasta el final y a demostrar que sabe competir, que no está muerta, como algunos han dicho, y que tiene tiempo suficiente» para enderezar una situación que, a la vista está, «se resuelve con resultados positivos». Como uno en San Mamés, «que nos ayudaría a dar un salto de gigante en la clasificación».
Fuente: El Diario Montañés