Le llaman el 'Matador de Tala' y en Santander le ha costado matar. Sin embargo, Stuani eligió el mejor momento para inagurar una doble cuenta: la suya y la del equipo. Y lo cierto es que su protagonismo duró apenas dos minutos. Saltó al campo entre silbidos para suplir a Ariel, le hicieron un penalti de libro y optó por romper la pelota. En un segundo a uno le cambia la suerte. «Gracias a Dios he podido ayudar». Estaba feliz.
«Pape (Diop) tenía también muchas ganas de tirar el penalti. Se lo he pedido, le he dicho que tenía muchas ganas de tirarlo, que tenía confianza y, por suerte, cogí el balón y ha entrado, que es lo más importante. Hoy estamos todos un poco más tranquilos», contaba el uruguayo en la zona mixta. Para él también empieza una nueva era. Debe hacerlo. La semana pasada no fue ni convocado a Sevilla y ésta empezó viendo el choque desde el banquillo. Ariel le quitó el puesto y marcó en el Sánchez Pizjuán. Pero él era el fichaje estrella. Los administradores admitieron un gasto que el club no se puede permitir porque desde la secretaría técnica les convencieron de que era esencial.
«Eso lo dirá el entrenador», respondió sobre recuperar una titularidad que parecía tener asegurada antes de empezar la Liga. «Uno siempre tiene que estar preparado para ayudar al equipo y hoy me ha tocado a mí. Sin duda, estoy muy satisfecho». No ha debido pasarlo bien.
Y es que un delantero vive del gol. El año pasado vio puerta con el Levante, donde no dispuso de demasiados minutos. Pero en Santander no ha parecido bueno por ahora. En sus minutos ha estado lento y apenas ha encontrado la vía del remate. Los goles sirven para cambiar tendencias. «Para mí es muy importante poder marcar, por las ganas que tenía de hacer un gol con el Racing y, encima, el equipo se llevó los tres puntos que es lo fundamental».
La cara amarga
Stuani era la cara. El gol, la alegría, el protagonista... Eso mismo vivió Jairo hace unos días en Sevilla. Ayer le tocó marcharse del campo en camilla. Pero no hay que preocuparse demasiado. Es sólo un golpe y, en principio, no peligra su presencia en Granada. «En principio no va a haber ningún problema para entrenar esta semana», decía. Su cuerpo está haciéndose. Al fin y al cabo, uno de los pesos pesados del Racing es sólo un crío de 18 años.
El que no estará seguro en el estadio granadino es Pape Diop. Sus trajetas han amagado a la prensa. Ya estuvo sancionado por una expulsión y eso provocó la confusión con el número de cartulinas acumuladas. Pero ayer vio la quinta. Seguro. El senegalés es el mejor, pero la media de amonestaciones no entra en los márgenes de lo permitido. El único día que no estuvo, al Racing le cayeron cuatro en el Calderón e hizo aguas por su zona. No estará en Los Cármenes. Justo donde Cristian Stuani, el 'Matador de Tala', quiere anotar el segundo.
Fuente: El Diario Montañés