Viernes, 21 de octubre de 2011

Álvaro 'Lo que necesitamos todos es ganar mañana'

Existen diferentes acepciones de la palabra suerte; en total son 19 las recogidas en la vigesimosegunda edición del diccionario de la Real Academia Española. Al menos hay cuatro que le vienen como anillo al dedo a nuestro invitado de hoy. 1. Encadenamiento de sucesos considerado fortuito o casual. En el caso que nos ocupa, jugar al fútbol en el equipo de su tierra desde los 13 años (Así lo ha querido la suerte). 2. Circunstancia favorable o adversa. Que el entrenador del primer equipo sea Marcelino García Toral (Tener buena suerte). 3. Azar, casualidad. Que el técnico le vea en los entrenamientos del filial (Echaron a suertes). 4. Hechos venideros en la vida de alguien o de algo. Firmar su primer contrato como profesional y ser llamado a la Selección Nacional sub-19 (Quién sabe qué le deparará la suerte).

Es cierto que el componente de azar que rodea su vida futbolística puede ser alto. Pero también lo es el esfuerzo y el trabajo realizado por él y por sus padres desde que comenzó a dar patadas a un balón en su pueblo del alma. Traerle y llevarle a los entrenamientos tres o cuatro veces por semana desde la aún lejana Liébana, año tras año, supone un esfuerzo añadido que tan sólo ahora se ve recompensado.

Se trata de Álvaro González Soberón, "Álvaro" (Potes, Cantabria, 8 de enero de 1990). El lebaniego se formó como futbolista primero en el club de su pueblo y, más tarde, a partir de 2003, en las categorías inferiores del Racing. Su puesto habitual es el de defensa central, aunque también puede desempeñar las funciones, ya lo ha hecho, de lateral derecho.

De momento, y en su corta vida futbolística, hay dos fechas que tiene grabadas a fuego. Debutó con el Racing en Primera el 1 de mayo de 2011, siendo su entrenador Marcelino García Toral. Lo hizo en los Campos de Sport de El Sardinero ante el Mallorca, con triunfo local (2-0). Y la siguiente es, 23 días más tarde, el 24 de mayo, cuando firma su primer contrato profesional con el Racing para las siguientes cuatro temporadas.
Un sueño.

Sabe que está atravesando un gran momento y no quiere desaprovecharlo. Cuando vuelve la vista atrás no tiene que esforzarse mucho para recordar. Todo le ha pasado durante este año que, con toda seguridad, será inolvidable para el lebaniego:

"Hace sólo ocho meses no pensaba para nada que podría suceder lo que me está pasando: debutar en Primera, firmar como profesional por el equipo de mi tierra, que me llame la Selección... En el filial me tapaba bastante Borja García, pero en juveniles sí que destacaba, no tanto como Canales, pero sí. Lo que quería era una oportunidad. Luego me volvieron a bajar al filial y estuve 16 semanas sin convocar, cuando entrenaba San Miguel. Me ayudaron mucho mis padres, pero lo pasé bastante mal".

Quien cambió su vida fue Marcelino y, en pocos días, se enfrentará a la persona que apostó por él. Pero antes, hay otro partido:

"Afrontamos los próximos encuentros con mucho optimismo. Hay que ganar al Espanyol y, de esa forma, te metes en la pomada. No tengo ni la más remota idea de si habrá cambios. ¿Insustituible? No pienso en eso. El que decide es el entrenador. Lo que necesitamos todos es ganar mañana. Tenemos que salir a ganar, no a especular. Necesitamos los tres puntos; que se vea desde el primer minuto que queremos ganar, que quienes lo necesitamos somos nosotros. Hay que ir partido a partido; después de jugar ante los periquitos iremos a Sevilla. Es cierto que Marcelino apostó por mí, pero ahora somos rivales en el campo e intentaré ganarles".

El cántabro sabe que aún tiene margen de mejora y que puede hacer otras cosas:

"Me falta un poco de tranquilidad atrás, antes la tenía, y confianza para buscar la mejor opción y no cagarla. Tengo que aportar mejor salida de balón y, con el tiempo, jugar la pelota".

Pero, cuando llegan los goles en contra, queda un hueco para la reflexión:

"Cúper habla con nosotros cuando encajamos algún gol para corregir errores. En eso es estricto, como lo era Marcelino. Te fijas en muchas cosas, pero suelen ser pequeños detalles por los que fallas. Me gusta ver los partidos como un aficionado, y veo muchos".

Rabas, pulpo a la parrilla con puré de patata, merluza en salsa verde y tarta de queso era el menú preparado por Miguel Martín para todos los comensales, salvo para nuestro protagonista, que prefirió unos spaguettis con un poco de aceite de oliva como condimento.

"No tengo problemas de peso, ni soy propenso a engordar, pero me gusta comer de forma saludable. No me cuesta y siempre viene bien".

Poco a poco la cena llega a su fin y Álvaro muestra su lado más humano cuando hace referencia al último partido ante al Barça, a Messi, de su paso por la selección y del futuro del Racing.
Inigualable.

"El estadio del Barça, la verdad, es que impresiona. Antes del partido pensaba que lo iba a pasar peor, pero bueno..., cuando aprietan son inigualables, de otro nivel. Como conjunto, como equipo, no hay nadie como ellos. Jugar y ganar haciéndolo bonito sólo lo hace el Barça. Los demás, ganan, que no es poco. Pero el que me impresionó fue Messi. Cuando quiere juega y cuando no, descansa. Hace lo que quiere; conduce más rápido con el balón que sin él y, además, si hay algún rebote, también se lo lleva; es muy fuerte. Al acabar el partido cambié la camiseta con Adriano..., pero nadie me pidió la mia".

Ante el Barcelona debutó Koné y Álvaro lo tiene claro:

"Le conozco mucho. Tiene que mejorar, pero mete goles, es muy fuerte y rápido. Igual lo hace mejor en Primera que en Tercera. A mí me pasó en Segunda B. Antes de salir me dijo que no estaba nervioso y, la verdad, no lo hizo mal".

No debutó con la Selección, pero guardó la camiseta: "Tiene el número 14 y es para mí".

Sobre el futuro del Racing, el lebaniego es optimista:

"Por ahora no he visto equipos que sean muy superiores a nosotros. De momento, confío mucho en mis compañeros".

Fuente: As 


Publicado por Castro2 @ 21:48 | 0 Comentarios | Enviar

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