S?bado, 01 de mayo de 2010
Manual para Tenerife: no perder
En el cuaderno de bitácora de Miguel Ángel Portugal, entrenador del Racing, no figura perder hoy ante el Tenerife. La seriedad y la calma son primas hermanas y ayer fueron las normas a seguir por una expedición que se encontró con un Tenerife nublado y con frío. Los jugadores reflejaban la tranquilidad necesaria mezclada con la impaciencia obligada de quien quiere que el partido se juegue ya.
Como si se tratase de un caballero de la edad media en vísperas de la gran batalla, el Racing veló armas. Hoy no vestirá yelmo ni casco ni portará lanza; ni siquiera, escudo. Pero ayer, como el atleta de fondo, se refugió en el silencio de la concentración y trató de evadirse de la trascendencia del partido. Los rostros de los guerreros relejaban a la llegada al aeropuerto de Bilbao una tranquilidad seria. Parecía un fin de semana cualquiera pero no eras así exactamente.
Las prolongadas estancias en los aeropuertos dan tiempo para algún chascarrillo, alguna broma. Ayer, sólo hubo las justas. «El equipo está tranquilo» no se cansó de repetir, una y otra vez, como si se tratara de un llamamiento a la cordura, Miguel Ángel Portugal cada vez que algún aficionado valiente le recordaba, como si no lo supiera, el 'jaleo' en el que se meterá el equipo si hoy pierde en Tenerife.
Colsa se refugió en los cascos de música, Cristian buscó apoyo en la lectura e, incluso, Tchité se atrevió con una película en DVD para buscar la calma que, aparentemente, reinó durante el maratoniano día de ayer.
Miguel Ángel Portugal junto con Pau Alberti, el preparador físico, ojearon un periódico mientras en pantalla rezaba el nombre: Tenerife Norte. El vuelo partió con puntualidad inglesa. La plantilla aprovechó para comer algo de pasta y una ensalada acompañada de fruta. Al llegar a Tenerife, la isla sorprendió a la expedición cántabra con viento y nubes. Durante unos días el clima esperado había sido protagonista y, sin embargo, al aterrizar pronto el visitante se dio cuenta de que la fase de aclimatización será mucho más llevadera después de ver cómo se las gasta el viento. Hoy, las previsiones anuncian que hará calor pero, ¿quién sabe?
No estará solo
Una docena de aficionados quiso acompañar al equipo. Era difícil adivinar quién de los dos disimulaba mejor el nerviosismo. Por un lado los simpatizantes o, por otro, el ejercito verdiblanco. A la llegada al hotel, cada uno supo su cometido. Listado de habitaciones, rápido refrigerio y a las 17.30 horas, con el reloj tinerfeño ya en hora, en la recepción vestidos de faena. Autocar y al campo de 'El Mundialito', lugar que el Tenerife cedió gentilmente para el ensayo general.
Miguél Ángel Portugal preparó con escrupulosidad el último ensayo. Mehdi Lacem, que por la mañana se había levantado con un amago de gastroenteritis, entrenó con normalidad por lo que estará hoy en primera línea de batalla. Diez minutos de carrera, quince minutos de rondos y ejercicios de velocidad. Partido y estiramientos. Apenas una hora en total. Alguna carcajada rompió el silencio sepulcral de la sesión. «El equipo está motivado. Esta semana se ha entrenado muy bien y hemos tratado de mentalizarnos que debemos pensar sólo en nosotros. Ellos no tienen margen de error pero debemos saber jugar con la ansiedad», aseguraba Fede Castaños, el segundo entrenador del Racing. «Todavía no ha dado el técnico la alineación, será antes del partido en la charla, pero quién más o quién menos sabe que mañana (por hoy) no puede fallar», añadió Castaños mientras recogía los balones.
Portugal decidió que fuera Castaños el que desvelara con cuentagotas algún secreto sobre cómo afrontar hoy el choque: «No debemos tener prisa. Hay que defender muy bien porque ellos atacarán, ellos tienen que ganar y tenemos que estar muy concentrados. Sabemos que el ambiente será duro porque ellos aprietan y el público también. Tenemos que tener calma». Esa es la clave. Ser un estratega en la batalla exige el ardor y la fuerza para combatir al enemigo pero también el temple para buscarle sus puntos débiles. Y el Tenerife los tiene y de ahí, su posición en la tabla.
Cerca de cincuenta 'locales' presenciaron el entrenamiento mientras corearon algún cántico apoyando a los que hoy estarán en el otro lado del campo de batalla.
Todos preguntaban por Canales. El rubio fue, de nuevo, el blanco de miradas. Las más jóvenes querían acercase al guerrero y le dedicaban con acento autóctono toda clase de adjetivos. De fondo se oían sus comentarios. «Pues me ha sorprendido, tiene más cuerpo de lo que yo creía» decían unos. «Si parece un niño», apostillaban otros. El talentoso centrosampidsta es el general que dirigirá hoy a sus legionarios y el romanticismo, cada vez más ausente del fútbol, hacía que ayer los aficionados no distinguieran entre rangos y pidieran una autógrafo hasta al conductor del autobús. Buscaron la firma, la foto... Por un rato se olvidaron de que hoy vestirán casacas diferentes.
A descansar
El equipo se recogió a las 20.00 horas al vestuario. Cuarenta y cinco minutos más tarde llegaron al hotel. Cena y a descansar. Hubo quien paseo por la recepción del cuartel general velando. Otros prefirieron dar un paseo. Los utilleros recogieron todo el material y prepararon los aperos de trabajo para la jornada siguiente. Hoy, el despertador sonará a las 9.00 horas para desayunar. Hoy nadie puede fallar en la cita. La suerte está echada.
Como si se tratase de un caballero de la edad media en vísperas de la gran batalla, el Racing veló armas. Hoy no vestirá yelmo ni casco ni portará lanza; ni siquiera, escudo. Pero ayer, como el atleta de fondo, se refugió en el silencio de la concentración y trató de evadirse de la trascendencia del partido. Los rostros de los guerreros relejaban a la llegada al aeropuerto de Bilbao una tranquilidad seria. Parecía un fin de semana cualquiera pero no eras así exactamente.
Las prolongadas estancias en los aeropuertos dan tiempo para algún chascarrillo, alguna broma. Ayer, sólo hubo las justas. «El equipo está tranquilo» no se cansó de repetir, una y otra vez, como si se tratara de un llamamiento a la cordura, Miguel Ángel Portugal cada vez que algún aficionado valiente le recordaba, como si no lo supiera, el 'jaleo' en el que se meterá el equipo si hoy pierde en Tenerife.
Colsa se refugió en los cascos de música, Cristian buscó apoyo en la lectura e, incluso, Tchité se atrevió con una película en DVD para buscar la calma que, aparentemente, reinó durante el maratoniano día de ayer.
Miguel Ángel Portugal junto con Pau Alberti, el preparador físico, ojearon un periódico mientras en pantalla rezaba el nombre: Tenerife Norte. El vuelo partió con puntualidad inglesa. La plantilla aprovechó para comer algo de pasta y una ensalada acompañada de fruta. Al llegar a Tenerife, la isla sorprendió a la expedición cántabra con viento y nubes. Durante unos días el clima esperado había sido protagonista y, sin embargo, al aterrizar pronto el visitante se dio cuenta de que la fase de aclimatización será mucho más llevadera después de ver cómo se las gasta el viento. Hoy, las previsiones anuncian que hará calor pero, ¿quién sabe?
No estará solo
Una docena de aficionados quiso acompañar al equipo. Era difícil adivinar quién de los dos disimulaba mejor el nerviosismo. Por un lado los simpatizantes o, por otro, el ejercito verdiblanco. A la llegada al hotel, cada uno supo su cometido. Listado de habitaciones, rápido refrigerio y a las 17.30 horas, con el reloj tinerfeño ya en hora, en la recepción vestidos de faena. Autocar y al campo de 'El Mundialito', lugar que el Tenerife cedió gentilmente para el ensayo general.
Miguél Ángel Portugal preparó con escrupulosidad el último ensayo. Mehdi Lacem, que por la mañana se había levantado con un amago de gastroenteritis, entrenó con normalidad por lo que estará hoy en primera línea de batalla. Diez minutos de carrera, quince minutos de rondos y ejercicios de velocidad. Partido y estiramientos. Apenas una hora en total. Alguna carcajada rompió el silencio sepulcral de la sesión. «El equipo está motivado. Esta semana se ha entrenado muy bien y hemos tratado de mentalizarnos que debemos pensar sólo en nosotros. Ellos no tienen margen de error pero debemos saber jugar con la ansiedad», aseguraba Fede Castaños, el segundo entrenador del Racing. «Todavía no ha dado el técnico la alineación, será antes del partido en la charla, pero quién más o quién menos sabe que mañana (por hoy) no puede fallar», añadió Castaños mientras recogía los balones.
Portugal decidió que fuera Castaños el que desvelara con cuentagotas algún secreto sobre cómo afrontar hoy el choque: «No debemos tener prisa. Hay que defender muy bien porque ellos atacarán, ellos tienen que ganar y tenemos que estar muy concentrados. Sabemos que el ambiente será duro porque ellos aprietan y el público también. Tenemos que tener calma». Esa es la clave. Ser un estratega en la batalla exige el ardor y la fuerza para combatir al enemigo pero también el temple para buscarle sus puntos débiles. Y el Tenerife los tiene y de ahí, su posición en la tabla.
Cerca de cincuenta 'locales' presenciaron el entrenamiento mientras corearon algún cántico apoyando a los que hoy estarán en el otro lado del campo de batalla.
Todos preguntaban por Canales. El rubio fue, de nuevo, el blanco de miradas. Las más jóvenes querían acercase al guerrero y le dedicaban con acento autóctono toda clase de adjetivos. De fondo se oían sus comentarios. «Pues me ha sorprendido, tiene más cuerpo de lo que yo creía» decían unos. «Si parece un niño», apostillaban otros. El talentoso centrosampidsta es el general que dirigirá hoy a sus legionarios y el romanticismo, cada vez más ausente del fútbol, hacía que ayer los aficionados no distinguieran entre rangos y pidieran una autógrafo hasta al conductor del autobús. Buscaron la firma, la foto... Por un rato se olvidaron de que hoy vestirán casacas diferentes.
A descansar
El equipo se recogió a las 20.00 horas al vestuario. Cuarenta y cinco minutos más tarde llegaron al hotel. Cena y a descansar. Hubo quien paseo por la recepción del cuartel general velando. Otros prefirieron dar un paseo. Los utilleros recogieron todo el material y prepararon los aperos de trabajo para la jornada siguiente. Hoy, el despertador sonará a las 9.00 horas para desayunar. Hoy nadie puede fallar en la cita. La suerte está echada.
Fuente: El Diario Montañés
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