El Deportivo ya no es el rival del Racing. Ni el Tenerife, ni el Valladolid, ni el Xerez. El gran enemigo del conjunto santanderino es ya una cifra: la de los 42 puntos que aseguran la permanencia.
El Racing visita esta tarde Riazor con la necesidad de hacer suyos los tres puntos en juego si es que pretende mantenerse en relativa tranquilidad hasta la próxima jornada de Liga. Y lo hace sin su jugador más determinante, Sergio Canales, como consecuencia de una lesión de última hora. El conjunto santanderino se halla situado justo sobre la frontera que determina la supervivencia en la categoría, con una ventaja de seis puntos sobre el primer condenado, el Tenerife. Una mínima carambola, y la distancia se reducirá a la mitad.
Planificación
No hace falta ser un genio para descubrir la forma en que el equipo está planificando este último tramo de temporada. Ya lo anticipó su presidente, Francisco Pernía, al explicar que el objetivo es ganar los tres próximos partidos y llegar hasta los 40 puntos, algo más fácil de decir que de conseguir para un conjunto que se ha pasado los últimos dos meses sin levantar cabeza.
Algunos detalles de inspiración en los últimos encuentros no bastan para ocultar la crisis de juego en que está sumido el conjunto de Portugal. A pesar de que el Racing lleva toda la temporada buscando su personalidad, no ha sabido encontrar una que le siente bien. De hecho, las únicas constantes que han acompañado al Racing durante la campaña han sido la falta de gol y los malos resultados en su campo.
El entrenador quiso reconstruir el equipo desde atrás, ganando solidez en defensa, para ir mejorando la distribución de juego y el ataque. Dio la sensación de que lo había logrado... hasta la visita a San Mamés, de donde volvió con cuatro goles encajados. Ahora, la baja hasta fin de campeonato del brasileño Henrique, uno de los mejores atrás, no ayuda a recuperar la confianza.
La llegada de Diop como compañero habitual de Colsa en el doble pivote, para fastidio de Lacen, ha sido la fórmula utilizada por el míster para intentar dar un poco de alegría al movimiento de balón en el equipo.
El gran ausente
Delante, Sergio Canales, revelación ligada a la alternativa que le ofreció el técnico, ha intentado equilibrar la falta de ideas en la zona avanzada. Su ausencia obliga a olvidarse de su aportación al menos una semana. El repescado Iván Bolado es ahora el nuevo depositario de las esperanzas racinguistas después de demostrar a sus compañeros de posición que es posible ser delantero y marcar.
El Racing trata de autoestimularse recordando las tardes gloriosas que ha vivido en Riazor y la mala racha de su contrincante -cuatro derrotas en sus últimos cuatro compromisos-, pero la realidad es que el Deportivo lleva todo el año mirando hacia los puestos de competición europea mientras el cuadro montañés únicamente está preocupado por mantener la categoría como sea.
El suizo Fabio Coltorti volverá a ocupar el sitio bajo los palos -mientras Toño encadena lesiones que le impiden volver-, acompañado en la defensa por Pinillos y Christian, en los lados, y Torrejón y Oriol -de vuelta tras lesión y sanción como centrales.
Colsa y, probablemente, Diop, además de echar una mano a la zaga, tratarán de organizar la subida de balones hasta una vanguardia experimental en la que Pedro Munitis 'actuará' de Canales como media punta, Serrano y Arana ocuparán los carriles de las bandas, mientras Tchité esperará arriba su oportunidad. No es muy probable que Portugal, que ha levantado el castigo a Xisco al incluirle en la lista de la expedición a La Coruña, le haga formar parte de su once titular en el regreso al que fue su campo.
Fuente: El Diario Montañés