Pablo Pinillos (Logroño, 9 de julio de 1974), no termina de explicarse qué ha pasado para que el Racing que no doblaba la rodilla el mes pasado haya pasado a convertirse en un pupas en semanas. Según él, para salir del bache sólo hace falta recuperar la confianza. Y el buen juego. Y los buenos resultados.
-¿Cómo ve la cosa?
-Creo que la situación es para estar preocupados un poco, siendo conscientes de que quedan catorce partidos y hay que afrontar cada partido como una final, no venirse abajo. Somos conscientes de que estamos en una racha negativa tanto de juego como de resultados y nos hace falta ahora mismo una victoria para que la gente coja confianza y tranquilidad.
-¿Cómo funciona lo de las rachas?
-Si tuviésemos una explicación y una fórmula, pues no estaríamos en esta situación. Empezamos realmente mal el año, vino el entrenador nuevo y salimos un poco a flote. El mes de enero estuvo francamente bien tanto en Liga como en Copa y una vez que hemos caído en Copa, el equipo ha decaído. Yo creo que nos cuesta mucho remontar un resultado. En cuanto nos viene un gol en contra la gente anímicamente yo creo que se viene abajo porque igual no confía en sobreponerse a ese resultado adverso.
-Pero la gente sigue siendo la misma...
-Es un cúmulo de cosas, pero una importante es empezar ganando un partido. En el momento en que lo hagamos nos vamos a autoconvencer de que somos capaces de sacarlo adelante, la gente va a tener mucha más confianza y menos presión a la hora de sacar el balón. Son momentos en que hay que tener la personalidad de querer el balón, de no tener miedo a fallar y ser conscientes de que somos capaces de hacerlo, que lo hemos demostrado, y que esto se saca a base de trabajo, compromiso, sacrificio e ilusión. No hay que sembrar el pesimismo, siendo conscientes de la situación en la que estamos.
-Eso, la situación. ¿Es tan grave?
-Hombre, ahí está, no se puede negar la evidencia: claro que podemos bajar. Somos uno de los equipos que estamos peleando por eludir el descenso y ahora mismo estamos a cinco puntos. Afortunadamente, los de abajo tampoco están ganando y eso es lo que nos está salvando, no por nuestros resultados, sino por el demérito del contrario. Pero el descenso ahí está, lo tenemos a cinco puntos y no hay que hacer la vista gorda, ni mucho menos. Hay que ser realistas.
-Así que entiende que los aficionados anden de los nervios...
-Es normal, lo entendemos. Todos somos conscientes de que cuando las cosas no salen, la gente es normal que esté desilusionada, descontenta con la actitud y, sobre todo, con los resultados y el juego del equipo, y eso nos toca a nosotros, reconvertir la situación. La verdad es que para nosotros ellos ahora son fundamentales. Siempre hemos dicho que en momentos malos, cuando en estos últimos años ha habido alguno, ellos tenían que ayudarnos los noventa minutos y luego, al final, manifestar su parecer con el equipo.
-Portugal dice que no es partidario de entusiasmarse cuando va bien ni de desesperarse cuando va mal.
-Somos muy dados a eso todos. Cuando las cosas van bien todos estamos eufóricos, ya nos veíamos todos en la final... ahora, que no salen los resultados, nos vemos en Segunda. Nosotros somos los más perjudicados si este equipo va a Segunda, y somos los que más ganas tenemos de que el equipo vaya bien, de que estemos arriba, haciendo un buen juego y con buenos resultados, haciendo feliz a la gente... Nosotros, los primeros, que tenemos que darlo todo, y la gente, que tiene que estar con nosotros los noventa minutos.
-¿Qué le ha parecido el jaleo por la foto de Canales?
-Al chaval hay que dejarle tranquilo. Ha pasado en un corto espacio de tiempo unas sensaciones y un movimiento alrededor de él inusual. Él es un chaval que está comprometido con la causa, tiene unas ganas tremendas de agradar a la gente, de ilusionar y aportar su granito de arena al equipo para sacar esto adelante y creo que no queda más. Ya le hemos dicho en el vestuario que esté tranquilo, que se centre en el trabajo, y nada más. El boom que le ha venido encima ha sido muy grande y, a pesar de ello, lo ha llevado francamente bien.
-¿Ha habido mosqueo?
-La verdad que no. El chaval ha venido y ha creído que lo primero que tenía que hacer era disculparse con los compañeros, si alguno se sentía ofendido, y lo único que quería es arreglar la situación para que no hubiese mal rollo. Sabe que en nosotros tiene un apoyo y que todo queda en una mera anécdota. Sabemos que es un jugador importante, que está viviendo unas sensaciones muy felices y que tiene que estar tranquilo y centrarse en el trabajo.
Fuente: El Diario Montañés