Mario Fernández (Santander, 30 de abril de 1988) se convertirá próximamente en el gran protagonista del vestuario del filial: podrá contar a sus compañeros lo que se siente cuando se ve venir de frente a Forlán o al Kun Agüero. Las casualidades de la vida, traducidas en esta ocasión en la lesión de Toño, el guardameta titular del Racing, y el buen recorrido del equipo en la Copa del Rey, le dieron, aliadas con su calidad, la oportunidad de defender la portería en un choque decisivo: la segunda semifinal en el torneo del K.O. de toda la historia del club. Lástima que la alegría no pudiera ser completa y que el Racing cayera eliminado.
-Hágame un resumen del partido en un par de frases.
-Salimos con muchas ganas, con el gol nada más empezar el partido. Pero en cuanto nos marcaron, sabíamos que era prácticamente imposible.
-Calculo que para alguien joven como usted, debe de ser importante disputar toda una semifinal de Copa...
-Para mí es muy bonito. Aunque vengas de un 4-0, jugar una semifinal el año que debutas y con el campo como estaba era muy bonito. Pero ha sido una pena. No pudimos clasificarnos.
-¿Cree que Portugal le alineó porque lo daba por perdido?
-Él puso los once que creía más oportunos. Fabio lo está haciendo muy bien también, pero creyó que yo en la Copa había hecho un buen trabajo. Decidió darme una oportunidad y lo hice lo mejor que pude.
-Vamos, que se lo toma como una gran oportunidad.
-Me lo tomo como un premio, como que estoy trabajando bien día a día, que creo que cuando he jugado lo he hecho bien. Para mí desde luego que es un orgullo poder jugar una semifinal. Parece que llevas trabajando mucho tiempo y que no te llegan oportunidades y, mira, uno de los partidos más bonitos, tengo la oportunidad de jugar.
-Un día se levanta de la cama y juega una semifinal de Copa que echan por la tele; otro, se vuelve con el filial. ¿Cómo se lleva eso?
-Es un cambio porque no tiene nada que ver una categoría con otra pero, desde luego, ahora el B está bastante jodido y yo quiero bajar y ayudarles, porque hay que salir de ahí como sea. Para el Racing es muy importante tener un filial en Segunda B.
-Pero no es lo mismo que vérselas con los mejores delanteros de la Liga...
-Hay mucha más calidad y todo en Primera, pero yo, cuando me está encarando uno, no miro si es Agüero o es el del Conquense. Yo lo que tengo que hacer es mi trabajo, juegue contra quien juegue.
-¿Cuándo supo que iba a jugar? ¿Se lo esperaba?
-La verdad es que no me lo esperaba hasta el día antes. Pero el día antes, entrenando, probó como con el equipo titular. Me vi ahí y me estaba hablando como si fuera a jugar. Para mí, desde luego que fue una alegría enorme saber que podía disputar una semifinal y prepararme para el partido.
-Seguro que, la noche antes, también se hizo sus ilusiones con el partido...
-Yo ya sabía que era muy, muy difícil. Para mí era un sueño, y más como empieza el partido, que dices: 'a ver si va a ser de verdad'. Es un jarro de agua fría, un bajón el gol, pero no hay más remedio que aceptarlo.
-¿Qué le pasó por la cabeza cuando le colaron ese primer gol?
-Hombre, la verdad es que es un bajón. Sabíamos que en el momento que nos marcaran un gol ya era prácticamente imposible. Es una falta muy bien botada y tenemos la mala suerte de que Mora, al despejar, mete el pie abajo, a tres metros de mí, y ya no puedo casi ni reaccionar. Es un jarro de agua fría, y más como estaba la cosa, como habíamos salido. Todo el mundo estaba para arriba. Pero bueno, hay que subir: el domingo tenemos un partido importante y hay que sacarlo adelante.
-Ceballos ha dicho que tanto Toño como Coltorti y usted llevan el sello de Alba. ¿En qué se nota?
-Sobre todo, técnicamente, quizás. Yo llevo ya muchos años trabajando con él y sí que se nota. Luego cada uno tiene su estilo propio, pero es verdad que con el trabajo diario se nota a la hora de lanzarte, de levantarte, cosas de ésas técnicas que te hacen ganar centésimas de segundo, que parece que no es nada pero que te puede evitar un gol.
-Insisto con Ceballos. Dice que puede ser el futuro portero del Racing...
-Para mí es un orgullo que opinen eso de mí, y más que lo diga Ceballos, que ha sido el último portero cántabro y que ha estado ahí, estabilizado en la portería. Para mí, que se hable así de mí es un orgullo. Pero yo sé que tengo que seguir trabajando, que todavía me queda mucho, que esto es muy, muy largo y que ojalá sea así, que algún día pueda tener esa continuidad que tuvo él, o que tuvo Pedro Alba.
-¿Por qué resulta tan difícil encontrar un guardameta de la tierra?
-La verdad es que el de portero es un puesto muy complicado. Aunque seas buen portero, para estabilizarte ahí te tienen que dar unos partidos y te tienen que salir bien. Yo me fijo mucho en que hay mucha gente como Casillas, como muchos porteros buenísimos, que al principio les ha costado empezar mucho. Siempre los primeros partidos cuestan mucho. Que te den unos partidos, que te salga bien la cosa, coger confianza y luego, una vez que te estabilizas en la portería, cuando eres titular ya es difícil que te quiten el puesto a no ser que lo hagas mal. Se combina todo: la suerte, el trabajo diario, desde luego... la verdad es que aquí en Cantabria la gente lleva mucho tiempo esperando un portero de aquí, desde Ceballos. Ojalá pueda ser yo.
-¿Le dio algún consejo Pedro Alba antes del partido?
-La verdad es que no, porque ha estado malo, le han operado del apéndice y el jueves no estuvo ni en el calentamiento. Pero siempre que juego me dice que disfrute, que todo llegará, que estoy trabajando bien... Sobre todo, que disfrute.
-¿Y Portugal?
-También, que tranquilo, que lo haga como estoy entrenando, como estoy trabajando y que todo llegará. Que lo estoy haciendo bien y que poco a poco me irán llegando las oportunidades.
-¿Cuál es el secreto de este entrenador?
-Da mucha confianza al equipo. El equipo sale más confiado. Trabajamos bien... aunque antes también trabajábamos bien en el día a día. Pero la clave es la confianza. Una vez que ganas uno o dos partidos, el equipo se viene arriba y ya se crecen todos y las cosas se salen mucho mejor.
-¿Eso explica el cambio experimentado por el equipo?
-El principal cambio ha sido la confianza. El equipo adquirió mucha confianza y la verdad es que cuando ganas uno o dos partidos todo cambia. Antes, al principio, parecía imposible que ganásemos un partido... no sé, estábamos gafados. Y ahora, sólo hemos perdido el partido de la Copa del Rey en todo lo que va de este año. Una pena, por 4-0, un partido muy importante. Pero ahora el equipo está muy confiado, está sacando buenos resultados, hace mucho que en Liga no se pierde y hay que intentar seguir así.
-Lo cierto es que Portugal ha sido el único que tuvo valor para contar de verdad con Canales, y quien le ha dado a usted la alternativa.
-Para nosotros es un orgullo y una satisfacción saber que estás trabajando bien y que puedes llegar a tener tu oportunidad. Porque yo, la verdad, es que al principio veía que, por mucho que se pudiese lesionar un portero o viniese la Copa, no llegarían las oportunidades. Y mira, ahora he tenido la suerte de disputar cuatro partidos, que para mí ha sido muy importante para coger confianza, para todo... para verme que puedo crecer, que puedo estar ahí. Desde luego que cuando trabajas bien y te ves recompensado pues todo va mucho mejor, vienes con mucha más ilusión.
-¿Y ahora? ¿Qué toca?
-He disfrutado en estos partidos. Sé que ahora lo tengo muy difícil que de aquí a final de temporada, mientras no pase nada, estaré con el B. Lo primero es trabajar bien, hacerlo bien, intentar que el B se salve, que no acabemos ahí apurados... y lo que tenga que venir. El año que viene desde luego que me gustaría estar ahí, metido en el primer equipo, aunque sea de segundo portero, intentar pelear,... pero todavía queda mucho.
-Si quiere, puede hacer un poquito la pelota a la gente...
-No, la verdad es que el público se ha comportado muy bien con nosotros. Tenemos una deuda pendiente, yo creo. Aunque para un club modesto como el Racing, entrar en dos semifinales en tres años es muy grande. Qué menos que brindarles la victoria, que tal como se puso el partido, con un hombre menos y el desánimo que traíamos con el 1-2, haber ganado el partido... creo que por lo menos sacamos orgullo y salimos con la cabeza alta.
Fuente: El Diario Montañés