Es lícito que haya gente que piense que este tipo de partidos no sirven para nada. Que son, incluso, un riesgo. Campo pequeño, rival correoso en su día de gloria y poca motivación de tus propios futbolistas. Puede ser. Pero, sinceramente, creo que ayer no fue así. El partido mereció la pena. Pasaron cosas.
La primera, que 'La Cajigalera' se llenó. Un millar de racinguistas de la zona occidental de Cantabria tuvieron la oportunidad de ver de cerca a sus ídolos. Y eso, sin duda, es bueno. Muy bueno.
En positivo. También buenos apuntes de la jornada son algunas de las cosas que allí se vieron: el debú de Henrique, que dispuso de 45' minutos para dejarse ver; el estreno goleador, a la salida de un córner, de Morris; los goles y los controles de balón de Toni Moral (si hiciera todo lo demás tan bien como hace los controles, ayer hubiera estado con Del Bosque en Riazor en vez de en Treceño); y los detalles de calidad y el par de bellos goles que aportó, a pesar de lo que le deben molestar las medias por encima de las rodillas, el joven Borja Docal, el más brillante de la tarde.
Mandiá juntó a Diop tanto con Lacen, primero, y con Colsa, después. ¿Ensayo o casualidad? Otro apunte: la pareja de Henrique, ayer, fue Morris.
Mandiá destaca el aspecto social del partido
Carlos Mandiá quiso quedarse con lo que supuso para los racinguistas de la zona la visita del equipo: "Eso es lo más importante, hoy nos hemos acercado a nuestra gente y se ha visto a muchos niños de la zona disfrutar con su equipo. En lo deportivo ha sido simplemente una buena manera de concluir una semana de trabajo muy intenso". El gallego ha dado dos días de descanso y la plantilla no volverá a La Albericia hasta el próximo martes. Respecto al estreno de Henrique, el técnico cree que hay que ir sin prisas a la hora de hacerse una opinión: "Es un chico que juega muy bien la pelota y, poco a poco, le tenemos que ir metiendo en nuestra manera de jugar. No es igual lo que se le pide a un defensa en el Barça que en el Racing, aquí tendrá que ser un poco más duro en ocasiones".La anécdota del partido es que Quique, el portero local, quedó lesionado en el minuto 3, tras un choque con Cossío (que empezó atizando a todo lo que se movía) y, al no tener otro guardameta, tuvo que ser sustituido por Roberto, el auxiliar que le suele ayudar en el calentamiento. Hizo, claro, lo que pudo.
Fuente: As