Nicola Zigic (Backa Topola- Serbia, 1980) se ha convertido, sin duda, en el fichaje del mercado invernal más rentable de la historia de la Liga Española. Y lo ha hecho en el Racing, en "su casa", después de haber marcado 13 goles en media vuelta (19 partidos) y haber sido una pieza clave en el tramo final de la temporada racinguista aunque, su humildad, le lleva a decir que "los goles no pertenecen al futbolista que los marca sino que son de todo el equipo porque el fútbol es un deporte de conjunto". Sancionado por acumulación de amonestaciones, afronta el partido, esta tarde, ante el Getafe CF con "la pena de no haberme podido despedir de la afición de El Sardinero a la que estoy muy agradecido por el trato y cariño que me ha dispensado siempre".
-Qué lástima no poder jugar el último choque liguero, ¿verdad?
-Sí, es una pena. Me hubiera gustado haber jugado el último partido en Los Campos de Sport porque queremos finalizar la Liga con un triunfo en casa para que la afición disfrute con el equipo. Además, personalmente, quería despedirme de los racinguistas que ha tenido conmigo siempre un trato excepcional y muy cariñoso. Por eso estoy muy agradecido pero no sólo a la afición, sino también al club y a la ciudad. En el Racing y en Santander me siento en casa.
-Entonces, ¿podemos verle de verdiblanco la próxima temporada?
-Es algo que no descarto pero que ahora mismo no sé porque tengo contrato en vigor con el Valencia. Pero bueno, ahora lo que quiero es disfrutar de las vacaciones con mi mujer y mi hija pequeña. Luego ya habrá tiempo para decidir que es lo mejor para todos pero, por supuesto, el Racing será una opción.
-Pero antes del descanso, tiene que jugar con la Selección Serbia. Una vez finalicen sus compromisos, ¿ya tiene pensado donde ir?
-No lo tengo decidido aún aunque iré a mi pueblo para estar con mi familia. Allí encuentro tranquilidad y me sirve para desconectar del trabajo. Pero antes de eso me toca jugar con la Selección Serbia frente a Austria e Islas Feroe. Son dos partidos importantísimos para nosotros porque tenemos muchas opciones de clasificarnos para el Mundial de 2010 y no las queremos desaprovechar. Para el fútbol serbio es un logro muy importante competir en Sudáfrica.
-Decía que iba a ir de vacaciones a su pueblo, a Backa Topola. ¿Cómo vendería para que fuera también nuestro destino en vacaciones?
-Pues es un pueblecito de poco más de 15.000 habitantes que se dedica, principalmente, a la agricultura. No es un destino turístico pero puede ser perfecto para las personas que busquen descansar y disfrutar de la tranquilidad de una pequeña villa. Para mi es ideal porque aprovecho para estar con mi familia y con amigos a los que no suelo ver durante la temporada. Bueno, mis padres y mis hermanos si han venido a España a verme.
-¿En su familia son todos tan altos? ¿Qué les daba su madre de comer?
-(Risas). Somos altos aunque la estatura media en Serbia es superior a la que hay en España. Comíamos de todo, no creo que tomáramos nada especial porque mi hija, a pesar de ser un bebé, creo que también apunta mucha altura.
-¿Ha habido alguna entrevista en la que no le preguntaran sobre si nunca se animó a jugar al baloncesto?
-Pues creo que es algo que siempre me han preguntado en todas las entrevistas. Es normal porque no hay muchos futbolistas que midan 2,02 metros. Yo de pequeño jugaba al baloncesto, en el colegio, pero también al fútbol y al balonmano porque me gustaba practicar todos los deportes. También me gusta verlos en televisión, soy un gran aficionado a la pequeña pantalla. Después de terminar la Educación Secundaria fue cuando me decanté por el fútbol y no llegué al Estrella Roja, como profesional, hasta después de finalizar el Servicio Militar. Me pudo haber llegado antes la oportunidad pero mi padre no me dejó dedicarme al fútbol hasta que no completé mis estudios porque pensó que si finalmente no podía hacer carrera en el balompié debía tener formación académica para desenvolverme en la vida.
-Gracias Zigic. Hasta siempre
Fuente: El Diario Montañés