Lunes, 19 de enero de 2009
Pereira, 'castigado' en el banquillo
«Uno no está para castigar, sino para sacar rendimiento», explicó el entrenador. «Decidí no sacarle (a Pereira) para dar más frescura al ataque y dejarle descansar. Pensaba que después iba a ser importante su actuación. Consideré necesario que bajara un poco el ritmo», añadió.
Tal y como manifestó López Muñiz, Pereira encajó la noticia estupendamente. «Se lo ha tomado bien, con una sonrisa siempre. Hay momentos en los que juega y otros en que no, pero siempre aportando cosas al equipo», y describió cómo había animado desde el banquillo y cómo había acudido a felicitar a sus compañeros en el vestuario acabado el choque.
Según indicó el míster, su intención era ponerle en el campo en el último tramo del partido, pero la situación hizo aconsejable variar los planes. «Yo pensaba en que aportase algo, pero al final el partido obligó a hacer otros cambios».
Precisamente las sustituciones volvieron a sorprender. Después de que el técnico anunciase esta pasada semana que ya no iba a dar más explicaciones de sus decisiones de banquillo ni más tema para las tertulias, en Getafe realizó unos movimientos de piezas inesperados y asombrosos.
Mucho movimiento
Después de alinear a Toni Moral como titular, optó por sentarlo, al inicio de la segunda mitad y meter en juego a Pinillos, lo que supuso mover tres líneas: el riojano es lateral; Valera se hace extremo y Munitis, delantero.
Daba la sensación que la estrategia de aguardar el contragolpe le venía al pelo a un jugador con las características de Pereira, pero no tuvo ocasión de demostrarlo.
Veinte minutos después, López Muñiz decidió sacar del campo a Valera, de modo que Munitis regresó a la banda y Edu Bedia quedó en un puesto avanzado, entre media punta y delantero de verdad.
Ni siquiera en el último y estratégico cambio, a cinco minutos del final, varió de opinión: mandó a la ducha a Zigic y en su lugar colocó a Juanjo.
Tal y como manifestó López Muñiz, Pereira encajó la noticia estupendamente. «Se lo ha tomado bien, con una sonrisa siempre. Hay momentos en los que juega y otros en que no, pero siempre aportando cosas al equipo», y describió cómo había animado desde el banquillo y cómo había acudido a felicitar a sus compañeros en el vestuario acabado el choque.
Según indicó el míster, su intención era ponerle en el campo en el último tramo del partido, pero la situación hizo aconsejable variar los planes. «Yo pensaba en que aportase algo, pero al final el partido obligó a hacer otros cambios».
Precisamente las sustituciones volvieron a sorprender. Después de que el técnico anunciase esta pasada semana que ya no iba a dar más explicaciones de sus decisiones de banquillo ni más tema para las tertulias, en Getafe realizó unos movimientos de piezas inesperados y asombrosos.
Mucho movimiento
Después de alinear a Toni Moral como titular, optó por sentarlo, al inicio de la segunda mitad y meter en juego a Pinillos, lo que supuso mover tres líneas: el riojano es lateral; Valera se hace extremo y Munitis, delantero.
Daba la sensación que la estrategia de aguardar el contragolpe le venía al pelo a un jugador con las características de Pereira, pero no tuvo ocasión de demostrarlo.
Veinte minutos después, López Muñiz decidió sacar del campo a Valera, de modo que Munitis regresó a la banda y Edu Bedia quedó en un puesto avanzado, entre media punta y delantero de verdad.
Ni siquiera en el último y estratégico cambio, a cinco minutos del final, varió de opinión: mandó a la ducha a Zigic y en su lugar colocó a Juanjo.
Fuente: El Diario Montañés
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