Noticias del Real Racing Club

El Racing, con un gol de Zigic, logró saldar la cuenta que mantenía pendiente con el Getafe desde la dolorosa eliminación de la Copa del Rey del año pasado. ¿Satisfacción? Pues a medias, porque el contrincante de ayer ya no es el mismo. Era como el Getafe de entonces después de sufrir una embolia y quedarse tonto.

Ni Casquero, que en su club ejerce de agraviado frente al Racing, supo cómo espabilar a sus compañeros de la modorra. Es más, ayudaron a afilar la cuchilla que en breve guillotinará al técnico, Víctor Muñoz.

El arranque del partido no respondió a lo esperado. Nada de dos archirrivales rencorosos. Sobre el Coliseo Alfonso Pérez correteaba un par de equipos de medio pelo que no recordaban a los que protagonizaron aquellos emocionantes cruces de la Copa durante la última temporada.

Apuros 

El Getafe, apurado por sus circunstancias, se creyó en la obligación de tomar la iniciativa, pero lo hizo con muy poca gracia. Bastó con que la gente de López Muñiz presionase un poquito y bien para que los anfitriones fuesen completamente incapaces de cruzar la línea del centro del campo con el balón decentemente controlado.

Después de más de 20 minutos sin un triste tiro a puerta, ni de uno ni de otro, el Racing dispuso, por fin, de su primera oportunidad. No la desperdició: una internada de Serrano, otra vez inspirado en la banda, terminó en un pase raso al área que Zigic aprovechó para marcar el 0-1 sin encontrar oposición.

Pero ni siquiera el tanto logró dar ese buen meneo que el partido necesitaba. Cierto que a partir de ese momento el Getafe y, sobre todo, el Racing, adornaron con un poco más de sentido su juego, pero sin pasar de ahí.

El cuadro de Víctor Muñoz trató de avasallar al Racing después del descanso, con poca fortuna. Por su parte, el técnico del equipo santanderino respondió con una concesión a la nostalgia y convirtió a Munitis, otra vez, en pareja de Zigic. Eso sí, con uno de sus cambios enigmáticos: Toni Moral cedió el sitio a Pinillos, para ejercer de lateral; Valera 'ascendió' a extremo, y empujó a Munitis hasta la punta. No duraría mucho la configuración. Minutos después Edu Bedia sustituyó a Valera, con lo que Munitis regresó a esa banda y el joven recién salido se quedó como media punta con libertad de movimientos.

Cómodo 

El Racing se sintió cómodo con ese marcador y rebajó su ambición porque el contrario no metía miedo. Pero con el paso de los minutos, la angustia creció en el Getafe, que se lanzó a buscar el empate a la desesperada. Fruto de esta situación se pudo ver un vete y ven sobre la hierba con contragolpes de uno y otro que fueron lo más distraído hasta el momento.

Los madrileños lanzaron su primer balón entre los tres palos de Toño exactamente en el minuto 76, y se aprendieron el camino. El Racing, replegado y con una delantera demasiado lenta como para pensar en una contra fulgurante, se resignó a aguantar la presión durante los minutos que quedaban, aunque no contó con la insistencia de Manu. 

Tuvo que ser Toño quien, a última hora, asumiese toda la responsabilidad para poder salir del Coliseo Alfonso Pérez con tres puntos, la cuenta saldada y la cabeza del entrenador rival bajo el brazo.

Fuente: El Diario Montañés