Mal pintaban las cosas para el Racing en el partido de Mestalla. Con Tchité de baja por mareos y Zigic inmovilizado por el acuerdo de cesión entre Valencia y Racing, el equipo de López Muñiz llegaba a casa del campeón de Copa desarmado.
Además, el 1-1 con que terminó el encuentro de ida en El Sardinero obligaba a marcar al Racing para mantener alguna opción de clasificarse, justo en el momento en que el técnico contaba con menos alternativas.
Decisión acertada
El entrenador optó por mantener en su puesto a Jonathan Pereira y recurrir a Toni Moral para acompañarle. Y la apuesta salió razonablemente bien. Al menos hubo ocasiones, aunque no se aprovechasen.
La capacidad de trabajo solidario de todo el equipo, una de las grandes del Racing en los últimos tiempos, convirtió la necesidad en virtud. El buen funcionamiento de las bandas, con Munitis trabajando al ritmo de siempre y Serrano recuperado de unas semanas de pobre rendimiento, compensó las ausencias, hasta el punto de que el Valencia, con sus once de gala, sufrió para ganarse el hueco en los cuartos de final.
El apoyo de la defensa del conjunto santanderino en el trabajo ofensivo y la colaboración de los centrocampistas, que cuajó en el soberbio gol que marcó Colsa, terminaron por hacer olvidar a los delanteros 'oficiales'.
Fuente: El Diario Montañés