Martes, 30 de diciembre de 2008

'La clave de la UEFA fue Par?s'

Incómodo a la hora de posar para la cámara, hace gala de un trato cercano aderezado de extensas explicaciones cuando entabla una conversación sobre fútbol. Te podrá persuadir o no, pero se agradece el convencimiento y la humildad que adquieren sus palabras. Quizás desmedidamente cauteloso a la hora de afrontar cada pregunta, el asturiano mantiene un discurso coherente con sus ideas y siempre hipotecado al presente más inmediato. No en vano afirma «vivir el día a día y disfrutarlo sin ahondar especialmente en el pasado o el futuro». 

Esto queda patente cuando se le pregunta a propósito de la hipótesis de si hubiera dimitido de haberse consumado el cese de Fernando Gaspar o sobre la importancia de los próximos partidos. En el primer caso aconseja no hablar de supuestos y en el segundo opta por centrarse en el duelo de Valladolid, obviando cavilar acerca de la próxima llegada de los cuatro rodillos. Reacio a valorar la actuación del Racing hasta el momento, pues entiende que «los balances en el fútbol sólo tienen valor al final de temporada», divide la trayectoria del equipo a la manera del calendario gregoriano: Año antes o después de Mestalla. 

«Tuvimos dos trayectorias distintas. Una vez nos enfrentamos a los grandes sufrimos una necesidad de puntos que generó mucha ansiedad. Sin embargo, el triunfo ante el líder por aquel entonces nos transmitió la confianza y tranquilidad que necesitábamos tras unos momentos muy difíciles». 

La Copa de la UEFA representa un «recuerdo imborrable» para él. Las acusaciones de haber despreciado la competición continental por sus cuestionadas alineaciones durante los primeros encuentros, no deben soslayar que también fue la primera ocasión que el asturiano disfrutó de un privilegio habitualmente fuera del alcance para los modestos. Mantiene que estas voces críticas «desprecian el potencial del Twente» y no demuestran ecuanimidad con lo acontecido sobre el terreno de juego. «Nadie tiró el partido. Durante la primera parte ellos sólo tienen un par de ocasiones y luego se adueñan del balón. Ahora bien, en la segunda mitad pudimos haber empatado, que quizás hubiera sido lo más justo». 

Como si de una balanza se tratara, aboga por quitarle peso a la derrota en Holanda e incidir sobre la trascendencia de la oportunidad malograda en el Parque de los Príncipes. «Para mí la clave de la eliminación no está en Holanda, sino en París. Contra el Twente estábamos atravesando una mala racha y aún así, repito que se podría haber empatado. Ante los franceses llegamos en una dinámica de juego mejor y fuimos superiores al París Saint Germain. Gozamos de muchas ocasiones y en el último minuto tuvimos una oportunidad clarísima para haber ganado».

Centrándose en el presente, se antoja inevitable cuestionarle por su ‘hoja de ruta’ para encajar la peculiar forma de jugar del ídolo racinguista, Nikola Zigic, dentro de su engranaje. El técnico bendice su llegada, pero se mantiene firme a su inclinación por darle la espalda a los galones adquiridos en batallas pasadas. «Zigic entra en mis esquemas. Es un delantero que cuando salta al campo marca y a cualquier entrenador le gustan los jugadores que meten goles. Además no necesita una adaptación al equipo o la ciudad, pues llegó hace un par de días y ya es uno más en el vestuario. Su presencia nos permite desarrollar diferentes formas de juego y será un futbolista importante. Ahora bien, seguiré poniendo a los que mejor estén». Así las cosas, no descarta contar con él este mismo domingo. «Ha llegado en unas buenas condiciones físicas y podría entrar en la convocatoria». Complacido con las dos últimas incorporaciones, entiende que «la plantilla se ha compensado». Firme oponente de las contestaciones singulares, Muñiz desea salud para el 2009, toda vez que evita señalar el techo del Racing esta campaña y se circunscribe al políticamente correcto «lo más alto posible».

Fuente: Alerta


Publicado por Castro2 @ 22:52 | 0 Comentarios | Enviar

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