‘A partir de ahora, siempre que haya personas que necesiten la clase de ayuda especial que yo puedo darles, no será un trabajo para Clark Kent, el hombre normal… será un trabajo para Superman’. La esencia que contenían las viñetas finales del primer número del célebre superhéroe norteamericano siempre estuvo presente en la mente de Francisco Pernía cuando creyó necesario reforzar la delantera en el mercado estival.
Nikola Zigic fue su opción preferente y el mandatario verdiblanco no ha cejado en su empeño de lograr la cesión del atacante serbio pese a las dificultades que entrañó la ‘repatriación’ del último ídolo racinguista. Desconfiado por el rendimiento de los últimos experimentos, Pernía quiso apostar a caballo ganador. A su favor el conocimiento de la ciudad, su gran rendimiento durante su primera etapa, la ayuda que representaba su estrecha relación personal a la hora de convencerle y el abaratamiento de la ficha por la deuda con el Valencia. En contra un representante en busca de una pellizco más sustancioso y un club con la necesidad de obtener dinero por un traspaso en lugar de un parche en forma de cesión.
Así las cosas, el pasado miércoles se puso fin de una vez por todas a los constantes ‘tira y afloja’ que han marcado la negociación y todas las partes dieron su aprobación. Francisco Pernía se desplazó hasta París para reunirse en un conocido hotel de la ‘ciudad de la luz’ con Nikola Zigic y su agente, Milan Kalasan. El valencia ya había dado su visto bueno y las posturas con el representante estaban muy cercanas, pero aún así hicieron falta tres horas más para lograr rubricar el acuerdo. De esta forma, el ariete balcánico será jugador racinguista por lo que resta de temporada.
En cuanto a los costes de la operación, el Racing no tendrá que abonar nada de dinero por la cesión y pagará una cantidad muy reducida respecto a la importante ficha del futbolista. Los dos millones de euros que percibe el serbio se reducen prácticamente a la mitad como contraprestación por la deuda que el club Che todavía mantiene con el Racing por el traspaso de Mario Regueiro. Un débito que durante varias temporadas se trató de erradicar con algún descarte del Valencia, que en ninguna ocasión fue del agrado cántabro. Además, la llegada del jugador en invierno supone que el conjunto cántabro pague la parte proporcional desde enero hasta junio.
Por contrato, Zigic no podrá enfrentarse a sus ex compañeros en la eliminatoria de la Copa del Rey, ni en el choque de la segunda vuelta de campeonato en El Sardinero. Una postura entendible si se tiene en cuenta el recelo que despierta el regreso de Zigic a Cantabria en la capital del Túria. La incompresible postura de los numerosos técnicos que han pasado por el banquillo de Mestalla durante estos dos últimos años ha dejado en entredicho la importante inversión realizada por ‘el gigante’. Quique Sánchez Flores, Ronald Koeman, Voro y Unai Émery le han condenado al ostracismo y en el club Che han querido evitar que el delantero pudiera desencadenar una oleada de críticas por prestar un jugador tan caro a un equipo de su misma competición. Se sospecha que la llegada del ‘nueve’ sea este domingo, pues tiene previsto antes pasar por Valencia para recoger sus cosas. La presentación tendrá que esperar hasta la próxima semana.
Parece ser que con la incorporación del serbio se ha dado por cerrado el capítulo de refuerzos invernales, a la espera de concretarse alguna salida. La intención del club es no poner en el mercado a ningún futbolista que sea del agrado de Juan Ramón López Muñiz. Jugadores poco habituales como Ze Antonio, Ísmodes o Cristian Fernández podrían buscar acomodo en otro equipo, no así otros con un papel más relevante como César Navas u Oriol, quienes estuvieron a punto de abandonar el Racing este verano.
En un principio, la llegada de Zigic no provoca inexorablemente la salida de Tchité. Se cuenta con el congoleño, pero si el interés mostrado por el Lokomotiv de Moscú se tradujera en una oferta que superase la inversión realizada por él, lógicamente se daría el OK a la operación.
Fuente: Alerta