S?bado, 25 de octubre de 2008

Caras largas entre los aplausos

Entre aplausos y palabras de aliento. Así entraron en el avión que les iba a trasladar a Santander los jugadores, técnicos y directivos del Racing que, sin embargo, no mostraron una especial alegría. Más bien todo lo contrario. Las caras largas eran la nota común en todos ellos.

La derrota sufrida ante el Twente parece haber hecho mella en el club santanderino que era consciente de que buena parte de sus opciones de mantenerse en la Copa de la UEFA acabada la liguilla pasaban por sacar algo positivo de su su visita al conjunto holandés. Sin embargo no fue así, y los cántabros regresaron a casa cabizbajos, en unos casos, o parapetados tras sus MP3. Eso sí, todos con las ya mencionadas caras largas.

Bien diferente era la situación entre los aficionados, entre los que el ánimo parecía algo más elevado y eso que tuvieron que esperar a que los jugadores dieran por finalizado el entrenamiento matinal previsto a última hora por su técnico para poder emprender el viaje de regreso. En un principio, según el plan de viaje inicial, el vuelo iba de vuelta a Santander iba a partir a primera hora de la mañana del aeropuerto de Munster Osnabruck, aunque finalmente lo hizo en torno a las 13.00 horas. La tardanza de la plantilla, unida al largo y poco comprensible desplazamiento que había que hacer (unos 80 kilómetros, muchos de los cuales discurrieron por carreteras comarcales), hicieron que la expedición racinguista llegara con algunas horas de retraso a la capital cántabra. 

Últimas oportunidades

En cualquier caso, ni siquiera eso hizo que los aficionados se enfadaran. Ni mucho menos. Muchos de ellos aprovecharon la oportunidad para hacer las últimas compras en los 'duty free' o para tomar un último café antes de emprender el viaje de regreso a Cantabria. Eso sí, cuando el equipo comenzó a entrar en el avión todos al unísono comenzaron a aplaudir. Algunos, los más atrevidos, incluso llegaron a mandar algún 'mensaje' a la directiva por medio de una felicitación cargada de ironía.

Por lo demás, como en la ida, un vuelo tranquilo. Eso sí, nadie se atrevió a cantar 'La Fuente de Cacho'. Quizá, porque no fuera el mejor momento para hacerlo. Quizá, porque quieran reservarse para mejores ocasiones.

Fuente: El Diario Montañés


Publicado por Castro2 @ 6:55 | 0 Comentarios | Enviar

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