Viernes, 03 de octubre de 2008

Acento c?ntabro en el coraz?n de Helsinki

«Lástima que el tiempo no acompañe, para una vez que salimos...» aseguraba un aficionado a las puertas del 'Vanka Kauppahalli' (El Viejo Mercado), mientras sus compañeros de viaje le reclamaban para que entrara y se resguardara de la lluvia que comenzaba a caer.

Y es que la jornada, propia de visitas y adecuada para poder tener siquiera una ligera idea de cómo el Helsinki, quedó marcada por la climatología. La mañana amaneció gris y lluviosa, quizá no excesivamente fría, aunque lo cierto es que se trataba de uno de esos días incómodos, más adecuado para pasarlo en el sofá viendo alguna película que para hacer turismo. Claro que, según comentaba otro aficionado, «una vez que estás aquí, qué vas a hacer».

Este mercado, fue el punto de encuentro de buena parte de la expedición de aficionados verdiblancos a Helsinki. Famoso por ser uno de los principales puntos de venta de salmón, en todas sus variantes, y carne de reno, el 'jamón ibérico' finlandés, este mercado, -«cómo recuerda al de la Esperanza», decía un seguidor- reunió a muchos aficionados que, con sus bufandas y banderas, causaron cierto asombro ante los atónitos tenderos y sus clientes. Y es que la paz finlandesa que habitualmente debe reinar en él, se tornó en jaleo español. Algunos aprovecharon la ocasión para comprar algo de salmón -«preparado para llevar, 'please'»- o para comer algo en uno de los numerosos establecimientos existentes.

El entorno de la catedral, rodeadas de numerosas tiendas para turistas, fue otro de los puntos en que se concentraron los aficionados verdiblancos. Allí, los comentarios eran exactamente los mismos, aunque, en algunos casos, mucho más expresivos. «Es una putada..., que mala suerte», lamentaba un seguidor verdiblanco ataviado con la bufanda de su equipo, como no podía ser de otra manera.

Lo que sí hicieron los seguidores del conjunto santanderino, al menos los atrevidos que tuvieron el ánimo de salir a dar una vuelta, fue visitar las tiendas del casco antiguo de Helsinki, verdadero centro comercial de la ciudad. Pero, como había ocurrido en la jornada anterior con los futbolistas, los precios no facilitaron mucho las cosas. Así que, ante esta situación, ver los escaparates, lo que a su vez servía para resguardarse de la lluvia al estar prácticamente todos protegidos por unos toldillos, fue la alternativa elegida por la mayoría de ellos. Otros, con un cariz mucho menos consumista, optaron por meterse en alguno de los bares y tomarse una cerveza. Cara, cierto, pero mucho más asequible que cualquier otra cosa.

En lo que sí estaban todos de acuerdo era en mirar hacia el cielo para tratar de hacer una previsión de qué tiempo haría a la hora del partido. «He leído en algún sitio que iba a mejorar por la tarde», decía uno con más bien poca convicción mientras se cobijaba en la entrada de una tienda. Los que le acompañaban, también a resguardo, comentaban lo que había oído a quienes fueron al entrenamiento del miércoles. «Nos han dicho que en el campo si llueve lo vamos a pasar fatal ¿Sabéis algo?» Para no desanimar demasiado, la respuesta fue tranquilizadora, aunque la verdad es que en apenas unas horas pudieron comprobar que se había tratado de una de esas mentiras calificadas como piadosas.

Fuente: El Diario Montañés


Publicado por Castro2 @ 15:35 | 0 Comentarios | Enviar

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