Claro que las comparaciones son odiosas tanto como inevitables. Y en el caso del Racing, además, esperadas.
Desde que llegó al Racing López Muñiz ha estado sometido a un exhaustivo examen y, como no podía ser de otra manera, la calificación de asturiano dependía directamente del baremo fijado el pasado año por un paisano suyo, Marcelino García Toral.
Ahora, después de cuatro jornadas, los resultados sirven para hacer una comparación entre las trayectorias de ambos técnicos.
El inicio liguero del Racing ha sido en esta temporada temible, ya que se ha tenido que enfrentar a los tres primeros clasificados del pasado campeonato (Real Madrid, Villarreal y Barcelona) y al quinto (el Sevilla). El pasado año tampoco tuvo un comienzo sencillo, aunque la presencia del Levante, desde el principio claro candidato a un descenso que al final sufrió, y del Zaragoza, que prometía mucho pero que también acabó en Segunda División, dulcificaron algo el arranque liguero de los cántabros, que se midieron además al Barcelona y al Atlético de Madrid.
Si se tienen en cuenta los resultados cosechados en los primeros cuatro partidos del campeonato, y teniendo siempre en cuenta la entidad de los rivales, la ventaja la tiene Marcelino, ya que consiguió sumar cinco puntos por los dos que en la actualidad totaliza el equipo de López Muñiz. Las cuentas están claras, claro que los rivales no eran los mismos.
Si la comparación se hace teniendo como referencia los mismos encuentros, la cosa cambia, y es que en este caso, por un pequeño margen eso sí, el ganador es Muñiz. Los dos puntos que el Racing tiene tras medirse a Madrid, Barça, Sevilla y Villarreal se convierten en sólo uno en la etapa de Marcelino como entrenador.
Respecto a los goles, también hay algunas diferencias. El equipo de López Muñiz tiene dos goles a favor y seis en contra. Hace un año, tras los cuatro primeros encuentros, el conjunto cántabro totalizaba dos a favor y cinco en contra. Si son mayores las diferencias si se analizan los resultados en los enfrentamientos contra los cuatro grandes. El Racing encajó en la pasada temporada un total de seis tantos y no consiguió marcar ni uno solo.
El juego
Donde si se pueden encontrar más diferencias es en el juego o, por ser más exactos, en las sensaciones que éste trasmitía. Si el Racing de Marcelino daba la sensación de ser un equipo atrevido, insolente incluso, el de López Muñiz parece un equipo más timorato. Uno, el de Marcelino, era un conjunto que trataba de tú a tú a todos y cada uno de los rivales que tenía enfrente en cada partido. Otro, el actual, parece un equipo más amedrentado ante el teórico potencial de los clubes a los que hasta el momento ha tenido que enfrentarse.
Sin embargo, el mero hecho de haber tenido un inicio tan complicado ha podido ser un condicionante para el actual Racing, que ha tenido que jugar contra equipos que, previsiblemente, acabarán peleando por el título liguero y eso es algo que, sin duda, afecta, y de qué manera, a los equipos modestos.
Quizá por eso, Juan Ramón López Muñiz, así como muchos de los jugadores que componen de su plantilla, dejó claro que, aunque al final hay que jugar contra todos, la liga del Racing comienza el próximo domingo ante el Mallorca, un equipo que, como el cántabro, acabará peleando por un objetivo común: La salvación. Ni siquiera el hecho de estar en estos momentos en una situación delicada en la clasificación preocupa en exceso al técnico verdiblanco. Y es que como dejó claro en la sala de prensa de El Madrigal, el Racing ya se ha medido a los 'cuatro fantásticos' y ahora le tocará a otros. «Al final, cuando pasen los otros, ya veremos dónde estamos cada uno». Un mensaje que viniendo del responsable del equipo hace que los aficionados puedan, al menos por el momento, mantener la esperanza.
Fuente: El Diario Montañés