El futuro del Racing en La Albericia parece que va aclarándose. Después de que el antiguo convenio para el uso de estas instalaciones expirara en septiembre de 2007, ahora, cinco meses después, el club y el Ayuntamiento de Santander están a punto de llegar a un acuerdo por el que la entidad verdiblanca seguiría utilizando unos bienes de titularidad municipal.
Durante los últimos meses, e incluso antes de que el antiguo convenio llegara a su fin, los representantes del Ayuntamiento y los responsables del Racing han mantenido negociaciones con el fin de diseñar un nuevo acuerdo que permitiera a la entidad racinguista seguir contando con los campos de La Albericia para los entrenamientos de todas sus plantillas y, además, para que los equipos de las categorías inferiores disputen sus partidos.
Aunque el acuerdo está próximo, todavía quedan flecos por resolver. Flecos importantes. Uno de los puntos pendientes es el relativo al tiempo de duración del convenio. Otro de los aspectos en los que no se ha llegado a un completo entendimiento es el relativo al uso que de las instalaciones hará el conjunto santanderino. En este punto todo parece indicar que se mantendrán los criterios que han estado vigentes hasta la expiración del anterior acuerdo.
Donde sí pueden aparecer más puntos de fricción entre el Ayuntamiento y la entidad racinguista es en la tercera 'pata del banco' de la negociación, la relativa al mantenimiento del complejo deportivo. En estas conversaciones se está tratando de definir la responsabilidad de todos los trabajos de conservación que se deban llevar a cabo tanto en los campos como en las diferentes instalaciones existentes en este área.
En cualquier caso, y pese a que aún el acuerdo no se puede dar por cerrado, todo parece indicar que la firma del nuevo convenio se producirá en el transcurso de las próximas semanas, lo que permitiría al club verdiblanco dejar de estar en precario en La Albericia, para pasar a ser el titular de una concesión municipal para el uso de estas instalaciones.
Pésimo estado
Asimismo, la firma de este acuerdo, al margen de cualquier otra cuestión burocrática, pondría fin a una situación que comenzó en el mes de diciembre de 2004, cuando tras una intensa tromba de agua se derrumbó uno de los muros que rodea todo el complejo deportivo. Esa caída marcó el inicio del deterioro de las instalaciones.
Con el muro ya en el suelo se inhabilitó la única grada del campo principal de La Albericia. De forma paralela, se comenzaron a oir las primeras voces relativas a las malas condiciones que presentaban los diferentes vestuarios y dependencias del complejo, sobre todo aquellas destinadas a acoger a la primera plantilla racinguista. Asimismo, se denunció la falta de un gimnasio que pudiera ser empleado por los jugadores de las diferentes categorías, que tenían el único recurso de acudir a El Sardinero, en donde en uno de los bajos existe una amplia sala dotada de todos los aparatos necesarios para la preparación de un equipo de fútbol.
La proximidad del fin del anterior convenio hizo que ninguna de las dos partes con algo que decir al respecto -Ayuntamiento y Racing- tomara cartas en el asunto. Una, el ente municipal, porque consideraba que la reparación de todos estos problemas debería correr a cargo de quien estaba disfrutando de las instalaciones. La otra, el club, porque no tenía claro que fuera a continuar en La Albericia y porque pensaba que debería ser el propietario del complejo el que se encargara de repararlo.
Ahora, con el nuevo acuerdo que está a punto de firmarse, la reparación de las instalaciones, cifrada en su día por el Racing en unos 300.000 euros, podrá, por fin, ser acometida.