Lunes, 24 de octubre de 2005
As? no hay quien gane
El Racing cay? derrotado en El Sardinero por el Atl?tico de Madrid en un partido en el que los hombres de Manolo Preciado mostraron cierta mejor?a en su juego, aunque evidenciaron que pasan por serios problemas ante las porter?as rivales
Que el gol es la parte m?s importante de cualquier partido de f?tbol es algo evidente. Y ayer, en El Sardinero, hubo una nueva muestra de ello. El Racing, pese a que mejor? levemente su juego con respecto a encuentros anteriores, volvi? a acabar con su casillero de goles luciendo un espl?ndido cero. Por contra, su rival, el Atl?tico, consigui? hacer uno en unas de sus primeras ocasiones. Claro, los tres puntos volaron para Madrid ante la resignaci?n de los aficionados santanderinos, que a este paso van a olvidar las canciones con las que hace ya tiempo celebraban los tantos de su equipo.
El Racing, pese a que volvi? a incidir en su nula eficacia ofensiva, s? dio muestras de cierta mejor?a en otras facetas del juego. Por ejemplo, en la presi?n, que fue m?s intensa y se hizo algo m?s cerca de la porter?a rival. Tambi?n mejor? la intensidad, ausente en otros partidos y que ayer por fin volvi? a los niveles deseados. Adem?s, el Racing se empe?? en jugar por las bandas, lo que tuvo una repercusi?n directa en el aumento de aproximaciones peligrosas al ?rea rival. Con estos ingredientes, el partido promet?a. Y para colmo, el Atl?tico ayudaba, ya que apenas estaba inquietando a la zaga racinguista.
Un espejismo
Pero todo era un espejismo. Ni el mejor juego, ni la presi?n, ni la utilizaci?n de las bandas nada de esto sirve si no se consigue alg?n gol. Poco importa que el Racing juegue bien o mal si la p?sima racha goleadora no desaparece. En estas circunstancias, lo m?ximo a que puede aspirar el conjunto santanderino es a obtener alg?n punto aislado gracias a alg?n empate por supuesto, a cero.
Los hombres de Manolo Preciado, que sigue esperando a que su equipo le d? la raz?n cuando dice que todo es cuesti?n de tiempo y que las rachas pasan, fueron v?ctimas de la que es su gran carencia: El acierto ante la porter?a contraria.
Un duro rev?s
El Atl?tico, que apenas hab?a inquietado al portero del Racing durante toda la primera parte, apret? el acelerador cuando todo el mundo esperaba ya el descanso. Avis? Kezman con un remate a bocajarro que Aouate envi? a c?rner. Apenas dos minutos despu?s, fue otro de los reci?n llegados al club 'colchonero', Maxi, el que dispuso de su oportunidad. Y no fall?. El gol del argentino sentenci? al Racing.
Situado por delante en el marcador, el equipo de Carlos Bianchi manej? el partido a su antojo tras el descanso. Las llegadas del Racing se produc?an ya con cuentagotas y el bal?n apenas duraba en los pies del los futbolistas de Preciado que, adem?s, ten?an ya m?s problemas para parar los vertiginosos contraataques del conjunto madrile?o.
A la heroica
S?lo al final, y m?s con el coraz?n que con la cabeza, el Racing busc? con empe?o un gol que le permitiera conseguir un empate para el que quiz? hab?a hecho m?s m?ritos que en otras ocasiones, pero que, en cualquier caso, hubiera sido un resultado poco justo. Al final, no pudo ser, y los c?ntabros abandonaron cabizbajos, una vez m?s, su propio campo y, adem?s, en esta ocasi?n lo hicieron acompa?ados por los silbidos de unos espectadores aburridos de esperar que, de una vez por todas, el desencuentro de su equipo con el gol pase a ser s?lo un mal recuerdo.
Diario Monta??s
Que el gol es la parte m?s importante de cualquier partido de f?tbol es algo evidente. Y ayer, en El Sardinero, hubo una nueva muestra de ello. El Racing, pese a que mejor? levemente su juego con respecto a encuentros anteriores, volvi? a acabar con su casillero de goles luciendo un espl?ndido cero. Por contra, su rival, el Atl?tico, consigui? hacer uno en unas de sus primeras ocasiones. Claro, los tres puntos volaron para Madrid ante la resignaci?n de los aficionados santanderinos, que a este paso van a olvidar las canciones con las que hace ya tiempo celebraban los tantos de su equipo.
El Racing, pese a que volvi? a incidir en su nula eficacia ofensiva, s? dio muestras de cierta mejor?a en otras facetas del juego. Por ejemplo, en la presi?n, que fue m?s intensa y se hizo algo m?s cerca de la porter?a rival. Tambi?n mejor? la intensidad, ausente en otros partidos y que ayer por fin volvi? a los niveles deseados. Adem?s, el Racing se empe?? en jugar por las bandas, lo que tuvo una repercusi?n directa en el aumento de aproximaciones peligrosas al ?rea rival. Con estos ingredientes, el partido promet?a. Y para colmo, el Atl?tico ayudaba, ya que apenas estaba inquietando a la zaga racinguista.
Un espejismo
Pero todo era un espejismo. Ni el mejor juego, ni la presi?n, ni la utilizaci?n de las bandas nada de esto sirve si no se consigue alg?n gol. Poco importa que el Racing juegue bien o mal si la p?sima racha goleadora no desaparece. En estas circunstancias, lo m?ximo a que puede aspirar el conjunto santanderino es a obtener alg?n punto aislado gracias a alg?n empate por supuesto, a cero.
Los hombres de Manolo Preciado, que sigue esperando a que su equipo le d? la raz?n cuando dice que todo es cuesti?n de tiempo y que las rachas pasan, fueron v?ctimas de la que es su gran carencia: El acierto ante la porter?a contraria.
Un duro rev?s
El Atl?tico, que apenas hab?a inquietado al portero del Racing durante toda la primera parte, apret? el acelerador cuando todo el mundo esperaba ya el descanso. Avis? Kezman con un remate a bocajarro que Aouate envi? a c?rner. Apenas dos minutos despu?s, fue otro de los reci?n llegados al club 'colchonero', Maxi, el que dispuso de su oportunidad. Y no fall?. El gol del argentino sentenci? al Racing.
Situado por delante en el marcador, el equipo de Carlos Bianchi manej? el partido a su antojo tras el descanso. Las llegadas del Racing se produc?an ya con cuentagotas y el bal?n apenas duraba en los pies del los futbolistas de Preciado que, adem?s, ten?an ya m?s problemas para parar los vertiginosos contraataques del conjunto madrile?o.
A la heroica
S?lo al final, y m?s con el coraz?n que con la cabeza, el Racing busc? con empe?o un gol que le permitiera conseguir un empate para el que quiz? hab?a hecho m?s m?ritos que en otras ocasiones, pero que, en cualquier caso, hubiera sido un resultado poco justo. Al final, no pudo ser, y los c?ntabros abandonaron cabizbajos, una vez m?s, su propio campo y, adem?s, en esta ocasi?n lo hicieron acompa?ados por los silbidos de unos espectadores aburridos de esperar que, de una vez por todas, el desencuentro de su equipo con el gol pase a ser s?lo un mal recuerdo.
Diario Monta??s
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